Cirugía
La única operación que se realiza para tratar los trastornos de crecimiento es el estiramiento de piernas.
Este procedimiento se utiliza únicamente en aquellos casos en que no hay otro tratamiento posible, por ejemplo si las piernas son extremadamente cortas o si su longitud es asimétrica. Por lo general no se utiliza para corregir la estatura.
Durante la operación se seccionan los huesos de las piernas. Cada parte del hueso se fija a una estructura metálica para que no pueda moverse. Dichas estructuras se colocan ligeramente separadas y la separación se va aumentando un poco más cada día (alrededor de 1 mm), provocando así que el hueso se estire lentamente. Los demás tejidos (músculo, piel, etc.) crecerán junto con el hueso.
El estiramiento de piernas es un tema polémico. El tratamiento es largo y doloroso y el proceso puede durar meses. Después de la operación, el niño tendrá que aprender a caminar de nuevo con unas piernas más largas, y pasará por un periodo intensivo de rehabilitación. Además de esto, existe el riesgo de otras complicaciones, como infecciones.